22 de julio de 2009

No me digas que me adoras, se te nota que en tus labios
ya no hay nada que tu puedas ofrecer a esta boca.
Por eso ahora yo sé que viniste porque te acuerdas de mi cariño.
Por eso ahora que estoy tan triste,
no quiero que nadie me mire sufrir.
No me digas que me quieres, tu desprecias mis palabras y mis besos, 
los que alguna vez hicieron que soñaras.
No te olvides que si quiero puedo hacerte daño,
sólo falta que yo quiera lastimarte y humillarte.


No hay comentarios: